Desde nuestra independencia
ha habido una clara decisión de constituirnos con una República Democrática, es
decir, un Sistema Político Mexicano se encuentra organizada según al Artículo
401 como la “Voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República
Representativa, democrática, laica, federal, compuesta de Estados libres y
soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una
federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.
Partiendo del objeto de
estudio podemos definir entonces como democracia como una forma de organización
social que atribuye la titularidad del poder al conjunto de la sociedad. En
sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la
cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos
de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus
representantes. Se interpreta de manera general, que democracia es una forma de
convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones
sociales se establecen de acuerdo a mecanismos contractuales.
En este sentido fue entonces
en el año de 1929 se fundó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) cuyo
objetivo 2 era: “establecer la democracia, mejorar el ambiente social y la
reconstrucción nacional” así como organizar y llevar a cabo las elecciones. Sin
embargo que lejos se encuentra la hermenéutica del texto externado con la
realidad actual y es que, hoy en día la soberanía esta secuestrada, explotada,
privatizadas por una cúpula de políticos que gozan y se sirven de las arcas del
poder, con el fin de mantener su estratificación social, consolidando sus
riquezas a costa del trabajo y de la necesidad de supervivencia de las
desigualdades sociales; y es que solo basta ver las portadas de revistas de
tendencia de moda en México (Hola! , Quon, inn magazine,..etc) que solo es el
reflejo de la mala utilización de los recursos del erario público, son
desviados hacia la imagen y publicidad del Servidor Público, en México tal pareciera
que ser político es tener como primera instancia, la consolidación en los
reflectores de la farándula, mientras tanto la explotación de las riquezas
económicas y naturales solo denotan una diferencia irracional en una sociedad
sin voz y voto, es decir , una sociedad sin soberanía.
Y es contradictorio según el
artículo3 39 “La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el
pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o
modificar la forma de su gobierno”
Es importante mencionar
considerar la parte de la historicidad de la hegemonía de la democracia en
México y es que desde que se fundó el Partido Nacional Revolucionario
antecedente del Partido revolucionario Institucional, pasando por el Partido de
la Revolución Mexicana del periodo cardenista; los gobiernos pos
revolucionarios tuvieron injerencia directa en los procesos electorales
formándose inmediatamente después de la promulgación la constitución del 1917,
la junta empadronadora, se encargaba de llevar el registro nacional de
votantes, también se fundaron las juntas computadoras locales, es decir, estas
se encargaban de llevar el computo manual de los resultados del proceso
electoral, además se creó el Colegio Electoral que validaba los comicios.
Es en ese momento donde se
inicia la negativa y la cínica la “cultura política de la trampa electoral”, la
cual permitió a Porfirio Díaz Morí gobernar por más de treinta años. Por lo
consiguiente salimos de una dictadura encarnada en una sola persona a una
dictadura partidista. Se dice fácil pero el transito quedó derramada la sangre
de muchos mexicanos.
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